Las enfermedades de las tomateras representan uno de los mayores desafíos para agricultores y horticultores. Hoy en día, el cultivo del tomate es altamente valorado en todo el mundo, aun cuando es particularmente vulnerable ante diferentes agentes patógenos por su delicada fisiología, por fluctuaciones de la humedad ambiental, y su alta demanda de nutrientes. Todas estas características hacen posible que las tomateras sean un blanco fácil para hongos, bacterias, virus y desórdenes fisiológicos.
Una vez más, bienvenidos a nuestro espacio agrícola Novamulch. En esta ocasión trabajaremos juntos para aprender a detectar las enfermedades de las tomateras, identificar los síntomas y aplicar medidas sostenibles de prevención y control para proteger la sanidad de nuestro cultivo, además de lograr garantizarnos cosechas más abundantes y de mejor calidad.
Hemos dividido esta información en dos partes, para que podamos detallar cada tema y aprovecharlo al máximo. Comencemos con la primera parte.
Medidas de prevención frente a las enfermedades de las tomateras.
Estudiemos previamente las medidas generales que debemos observar frente a todos los casos de las enfermedades de las tomateras. Veamos.
Medidas generales de prevención frente a las enfermedades de las tomateras:
Seleccionar híbridos y variedades resistentes al Mildiu. Esta sabia decisión reducirá el riesgo de brotes y propagación. En España, por ejemplo, hay variedades resistentes al tizón tardío (late blight) y al marchitamiento por Fusarium.
Remover residuos vegetales continuamente o que hayan quedado rezagados de cultivos anteriores como restos de hojas, tallos o frutos enfermos. Debemos eliminarlos pues sirven como almacén de esporas para las próximas temporadas.
Acondicionamiento previo del drenaje del suelo y evaluación de la disponibilidad del agua para lograr irrigaciones inteligentes por goteo o riegos localizados. Aquí el acolchado de papel biodegradable Novamulch vuelve a ser protagonista indispensable para conservar toda la estructura del cultivo en óptimas condiciones.
Evaluar y estructurar adecuadamente las vías de ventilación con las que contamos, y previamente organizar un sistema viable de sembrado, es decir, plantar con separación suficiente para permitir que aire y agua circulen en equilibrio.
Evitar riegos por aspersión que humedezcan el follaje y hacerlo preferiblemente direccionados al sistema radicular. Es por esto que haremos los riegos durante el día y no al anochecer, pues hay que aprovechar las temperaturas que permitan un secado rápido del follaje.
Es muy importante que hagamos rotación periódica de nuestros cultivos. Al término de cada proyecto agrícola vamos a eliminar cualquier remanente. En el caso de las enfermedades de las tomateras, continuamente debemos eliminar estos restos de hojas o tallos infectados. Y no olvidemos alternar con siembras distintas a las anteriores.
Monitorear frecuentemente nuestro sembrado, al menos una vez por semana para poder detectar signos tempranos. Cuando observemos la posibilidad de humedades elevadas y temperaturas moderadas, estaremos en presencia del hábitat ideal para la proliferación de las enfermedades de las tomateras.
Por lo cual, en nuestra bitácora o diario agrícola, hagamos un seguimiento de fluctuaciones térmicas y de humedad, para cortar a tiempo las hojas enfermas, defectuosas y brotes anómalos y así podamos evitar la propagación de las enfermedades de las tomateras.
Uso del acolchado de papel biodegradable para controlar las enfermedades en las tomateras.

Si contamos con el acolchado de papel biodegradable Novamulch, reducimos el efecto nocivo de las salpicaduras y el contacto directo del follaje con el suelo húmedo; de esta forma mantendremos un microclima protegido, un control efectivo durante todo el ciclo de nuestros sembrados, así como evitamos el incremento de costes no deseados e inconvenientes para nuestros presupuestos iniciales.
Tomemos en cuenta que al implementar el acolchado de papel biodegradable Novamulch en nuestros cultivos, evitaremos todos estos inconvenientes pues este material no solamente inhibe la proliferación de las malas hierbas como la Juncia, sino que equilibra las condiciones hídricas y térmicas durante todas las etapas del sembrado, al igual que reduce significativamente la aparición de las enfermedades de las tomateras por humedad excesiva del suelo.

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Aplicaciones fungicidas ecológicas para combatir las enfermedades en las tomateras.

Es recomendable considerar preventivamente las aplicaciones fungicidas ecológicas cuando sospechamos condiciones de alto riesgo, de tal manera que podamos adelantarnos al establecimiento de las enfermedades de las tomateras.
Consideremos implementar el uso de fungicidas orgánicos y ecológicos adoptando las dosis y recomendaciones técnicas de cada fabricante, y siguiendo los permisos que imperan en el país o comunidad autónoma donde nos encontramos, investigando los registros locales y los productos autorizados en la agricultura ecológica, y que actúan como preventivos o inductores de defensa.
Debemos aplicarlos preferiblemente cuando estemos en presencia de altos niveles de humedad y lluvias prolongadas o riegos intensos. Haremos las aplicaciones al amanecer o al caer el sol. No es recomendable hacerlo durante las horas intensas de sol o calor.
Examinemos algunos fungicidas ecológicos no sin antes investigar lo que hemos referido hace un momento:
Romeo® (inductor biológico).
Naturaleza y modo de acción:
Este es un fungicida ecológico que actúa como inductor de las defensas naturales de la planta. Lo podemos aplicar para estimular los mecanismos internos como engrosamiento de las paredes, producción de fitohormonas y proteínas de defensa. Todo esto promueve la resistencia de la planta frente a hongos como Mildiu y Oídio.
Uso recomendado y ventajas de aplicación:
Es recomendable aplicarlo siempre durante la fase preventiva, es decir, antes de que los síntomas de las enfermedades de las tomateras se hagan visibles. Para garantizar su eficacia es fundamental lograr una cobertura homogénea de todo el follaje incluyendo el envés de las hojas y las partes más bajas de la planta, que suelen ser las primeras en infectarse.
En condiciones de alta presión de inóculo ( que estudiaremos a continuación), o clima favorable al desarrollo de hongos como humedad elevada, rocío nocturno y temperaturas templadas, es aconsejable repetir la aplicación cada 7 días, ajustando la frecuencia según la intensidad de riesgo y las recomendaciones del fabricante. De este modo, se refuerza la protección continua de la planta y se reduce la posibilidad de infección.
Las ventajas de este producto es su baja toxicidad y coadyuvante en el refuerzo de las defensas naturales de las plantas. Además, es aceptado en casi todos los programas ecológicos.
¿Qué es el inóculo?
A continuación revisemos un poco sobre lo que es el inóculo.
Lo definimos como el material infeccioso del patógeno, es decir, en el hongo, la bacteria y el virus o nematodo. Estos tienen la capacidad de iniciar un proceso de infección en plantas sanas.
En el caso de los hongos que causan enfermedades de las tomateras, el inóculo puede estar compuesto por esporas (en Phytophthora infestans o Alternaria solani), y micelios (fragmentos de hifa capaces de reinfectar): estructuras de resistencia como clamidosporas o esclerocios, que permanecen en el suelo durante meses o años. Es por esto que se hace vital romper el ciclo de los patógenos tomando medidas preventivas en el suelo en el que vamos a desarrollar nuestros proyectos agrícolas.
Se han clasificado los inóculos en dos tipos:
Inóculo primario:
Inicia la primera infección de la temporada. Suele provenir de restos de cultivo, semillas infectadas o el propio suelo contaminado, por lo cual, las medidas que debemos tomar para eliminar estas condiciones es crucial.
Inóculo secundario:
Se produce dentro de la misma campaña a partir de plantas ya enfermas, diseminándose por esporas transportadas por el viento, agua o insectos vectores. Es por esto que vamos a seleccionar semillas de calidad.
Fungicida Cúprico (Cobre: óxidos de cobre, oxicloruro, hidróxido de cobre).
El siguiente short nos muestra brevemente las funciones de este fungicida:
Los fungicidas cúpricos como el Cuprantol Duo, están autorizados en agricultura ecológica y se utilizan de forma preventiva contra las principales enfermedades de las tomateras, entre ellas Mildiu, Alternariosis y Botritis.
Actúan por contacto formando una barrera protectora en las hojas e impiden la germinación de esporas. Es necesario hacer varias aplicaciones al término de las lluvias, y siguiendo su uso recomendado dentro de los límites legales de cobre en agricultura ecológica.
Para potenciar su eficacia y reducir la presión de inóculo en el cultivo, es importante combinarlos con prácticas sostenibles como el acolchado de papel biodegradable Novamulch, que limita las salpicaduras de suelo y ayuda a mantener un microclima menos favorable al desarrollo de hongos.
Bicarbonato Potásico.
Veamos este video:
Este es un fungicida autorizado en agricultura ecológica y se aplica preventivamente con propósitos curativos en las capas superficiales contra varias enfermedades de las tomateras.
Específicamente, el Bicarbonato de Potasio (KHCO₃) actúa sobre las esporas de hongos al generar un ambiente alcalino desfavorable a su germinación, por lo que puede utilizarse como herramienta preventiva para combatir algunas enfermedades de las tomateras como el Oídio o el Mildiu leve.
Su acción consiste en elevar el pH de la superficie foliar, dificultando la germinación y el desarrollo de esporas fúngicas. Para maximizar su eficacia, se recomienda aplicarlo en programas de manejo integrado junto con prácticas culturales sostenibles, entre ellas el acolchado de papel biodegradable Novamulch, que ayuda a mantener el follaje seco, reduce la humedad en la base de las plantas y evita las salpicaduras de suelo que favorecen la propagación de patógenos.
Esta información nos interesa:
Su efectividad especialmente en aplicaciones semanales, reduce el desarrollo del hongo. Por ejemplo, en cultivos de tomate en invernadero se ha observado que el bicarbonato potásico ayuda a disminuir la incidencia del Oídio.
Revisemos esta información interesante también:
Extractos Vegetales y Aceites Esenciales.
Los derivados de los cítricos como los extractos vegetales y aceites esenciales, tienen propiedades antifúngicas y hacen frente a varios patógenos del tomate, inhibiendo la germinación de esporas y reduciendo la esporulación del hongo asociado a las enfermedades de las tomateras.
A continuación una buena información:
Sin embargo, su acción no es tan robusta como la de los fungicidas tradicionales, pero podemos emplearlos como complemento ecológico dentro de un programa preventivo, especialmente en las etapas iniciales.
En condiciones como niveles de humedad moderada y presencia de buena cobertura del follaje, potencian su eficacia y es cuando se pueden combinar con medidas culturales como el acolchado de papel biodegradable Novamulch, para controlar tanto las salpicaduras como los niveles de humedad requeridos, creando un microclima nada apto para la aparición y desarrollo de los hongos.
Reflexiones finales y conclusiones.

Las enfermedades de las tomateras continúan siendo uno de los principales retos para agricultores y horticultores, no sólo por su impacto en la producción y calidad de los frutos, sino por la facilidad con que hongos, bacterias y virus se aprovechan de las condiciones ambientales favorables para propagarse.
La clave no está únicamente en aplicar tratamientos cuando el problema ya es visible, sino en trabajar de forma preventiva mediante una combinación que va desde seleccionar semillas de calidad según nuestro mapa de ruta agrícola, hasta un manejo cultural adecuado y el uso de fungicidas ecológicos que trabajen comprometidos con la sanidad del cultivo, del suelo y nuestro ecosistema.
Dentro de este enfoque sostenible, el acolchado de papel biodegradable Novamulch se posiciona como una herramienta fundamental. Su capacidad para reducir salpicaduras de suelo, mantener un microclima equilibrado y limitar la humedad excesiva, lo convierte en un aliado decisivo para hacer frente a los patógenos.
Al integrar este eficaz recurso con otras medidas de manejo integrado, los agricultores pueden disminuir el riesgo de infección y avanzar hacia una producción más ecológica, eficiente y rentable.
Así, la prevención, innovación y uso de soluciones sostenibles como el acolchado de papel biodegradable Novamulch son el camino más seguro para controlar las enfermedades de las tomateras, asegurar cosechas abundantes y garantizar la viabilidad futura de este cultivo esencial.
En nuestra segunda parte, veremos en detalle los tipos de enfermedades que aquejan nuestras tomateras, haremos un análisis sobre las observaciones previas a la aparición de los síntomas visibles, los síntomas y los daños que ocasiona cada especie de hongo.
Así que, los esperamos en nuestra segunda parte y sigamos aprendiendo!